viernes, 8 de marzo de 2013

Dia Internacional de la mujer

Hoy, 8 de marzo es el día internacional de la mujer y antes, mientras mi profesor de marketing hablaba sobre las mujeres y decía que los hombres deberían empezar a preocuparse ya que las mujeres somos, supuestamente, mas eficientes y responsables me he acordado de mis abuelas y he hecho una mueca. Sí, he hecho una mueca porque, y no es por quitarle merito a las mujeres trabajadoras de hoy en día, pero he recordado las historias que más de una vez me ha contado mi abuela. Me he acordado de cómo mi abuela me cuenta de vez cuando su vida pasada, de cómo me dice que se levantaba a las seis de la mañana y se ponía a calentar la leche para dar el desayuno a mi padre y a sus hermanos y de cómo luego los despertaba, bañaba a los pequeños y se iba a trabajar dejándolos antes en el colegio. Me he acordado de cómo me cuenta que llegaba a casa a las tantas de la tarde y se tenía que poner a hacer la cena para sus hijos y su marido y cómo cuando mi abuelo llegaba mis tíos y mi padre tenían que estar en la cama o muy callados en el salón para no molestar a mi abuelo que llegaba cansado de trabajar todo el día. Y también me he acordado de las historias de mi madre sobre su abuela, quien cuidaba de ella y de mis tíos porque mi abuela tenía que ir a trabajar para conseguir cuatro perras para alimentar a sus niños. Y sí, he hecho una mueca porque me parece irónico o gracioso que alaben a la mujer de hoy en día, que sí, es una mujer trabajadora, responsable y organizada que se merece un montón de cosas pero mis abuelas no tenían este día, no eran alabadas, y su trabajo era bastante poco valorado y, desde mi punto se lo merecen igual o más que nosotras. Porque, bueno, aunque sobra decir que una madre haría casi cualquier cosa por tener algo que llevar a la boca de sus hijos, desde mi punto de vista hoy el mundo ofrece bastantes mas facilidades que hace unos 50 años. Hoy en día tenemos un montón de utensilios y electrodomésticos que nos ayudan además de un hombre bastante mejor mentalizado y más colaborador.
Y es que queramos reconocerlo o no el mundo ha cambiado mucho y que, aunque aun estemos muy lejos de conseguir una igualdad total, estamos mucho más cerca de lo que lo estaban mis abuelas. Así que esta entrada va por ellas, por esas madres o abuelas que se mataron a trabajar por tener un trozo de pan que llevar a la boca de sus seres queridos, porque os lo merecéis, porque sois enormes.

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